PRONUNCIAMIENTO DEL XIII ENCUENTRO DE
EQUIPOS DOCENTES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE 2019
Reunidos(as) en la ciudad de Santiago de los Caballeros-
República Dominicana representantes de 11 países: Cuba, Haití, El Salvador,
México, República Dominicana, Ecuador, Perú, Colombia, Bolivia, Brasil y Chile,
en el marco del XIII Encuentro de Equipos Docentes de América Latina y el
Caribe; para reflexionar sobre el Tema: Educación, Mujer y Género; con el lema
"Inventando Nuevos Caminos para una Sociedad Inclusiva", con el objetivo de
sensibilizar, debatir y cuestionar en la comunidad de Equipos Docentes el tema
" Educación Mujer y Género" , con el propósito de contribuir al desarrollo de
valores, actitudes y comportamientos que favorezcan la igualdad y equidad entre
hombres y mujeres, el pleno ejercicio de los derechos ciudadanos de mujeres y
el fomento de una sociedad libre de violencia; luego de compartir, analizar,
cuestionar la situaciones de luces y sombras de cada uno de nuestros países,
constatamos :
1. Que, el modelo neoliberal injusto desde su raíz como lo
expresa el Papa Francisco, impuesto a nuestros países ha promovido situaciones
de injusticia, desigualdad, construcción de un sistema hegemónico, opresor, que
ha sentado las bases de una corrupción institucionalizada en los diferentes
gobiernos, tocando hasta los gobiernos y partidos de izquierda, lo que ha
originado el resurgimiento de la clase política de ultraderecha que han asumido
la dirección de la mayoría de nuestros territorios. En esta situación hay una
fragmentación que limita la participación de los y las docentes en la vida
política y sindical.
2. Que, a consecuencia de la corrupción las brechas sociales se han
incrementado, afectando la atención de necesidades básicas en educación, salud,
acceso y disponibilidad a los alimentos, al agua, al saneamiento como elementos
vitales para la defensa de la vida con dignidad humana, con calidad de vida de
los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos.
3. Que, la invisibilización de las mujeres en el campo político, social,
económico, eclesial y educativo por parte de los decisores políticos, el
incremento de la violencia, contra la mujer, feminicidios, la violación de las
niñas, niños , adolescentes y jóvenes en las escuelas ; familia, espacios
públicos e inclusive desde nuestra propia iglesia, ha potenciado una
movilización protagónica de la mujer para defender sus y nuestros derechos,
quien ha ganado espacios por sus aportes, por sus conocimientos e
intervenciones directas en espacios políticos, públicos, recuperando la memoria
de la lucha de cientos de mujeres en el mundo entero, que han sido íconos del
logro de derechos de nuestros pueblos en los diferentes campos, político,
social, ecológico, educativo, cultural y de defensa de derechos.
4. Que, en nuestros territorios los y las maestras hacen
esfuerzos por trabajar metodologías y estrategias que contribuyan a la mejora
de los aprendizajes partiendo de cada realidad, impulsando el desarrollo de
temas de género desde la escuela; proyectos de defensa del medio ambiente como
es el enfoque ecopedagógico; que en la mayoría de nuestras regiones venimos
trabajando; pero el sistema imperante mata la creatividad, el trabajo
colectivo, imponiendo modelos no consultados y no acordes a la realidad de
nuestros pueblos.
5. Que, en la sobrevivencia del sistema neoliberal, nuestros
pueblos han emprendido un caminar desesperado hacia mejores condiciones de
vida, los mismos que están siendo bloqueados por políticas migratorias de los
países de poder que privilegian las situaciones económicas y no las humanas de
las personas.
Por lo constatado acordamos:
1. Trabajar desde las aulas para construir desde nosotros(as) mismos(as),
sanando nuestras propias heridas, la nueva ciudadana y ciudadano que este mundo
necesita desde la escuela, capaz de luchar para cambiar la historia, generando
conciencias críticas y liberadoras.
2. Ser protagonistas de nuestra propia historia implica luchar contra un
sistema injusto; no se trata de oponerse por sí solo a los procesos de
transformación, sino hay que tener la capacidad de dar respuestas en el marco
de nuestros proyectos de vida, visión de país y de nuestros continentes.
3. Asumir compromisos, como mujeres parte del Movimiento de Equipos Docentes,
para que nuestra participación sea de propuesta de reformas profundas en la
iglesia, campo educativo, socio político y desde otros espacios en los cuales
intervenimos. No permitamos seguir siendo silenciadas, excluidas, marginadas,
violentadas, participemos en las decisiones de políticas a favor de las
mujeres.
4. Fortalecer nuestro ser sujeto de cambios sostenibles desde la escuela,
planteando propuestas ecopedagógicas, que den respuestas críticas a las
situaciones de vida concreta de las familias y comunidades en nuestro
territorio.
Nosotros como maestras y maestros equipistas tenemos que transformarnos para
cambiar la historia, frente a la crisis de un modelo consumista que ha
devastado nuestras tierras, nuestro planeta, revisando documentos eclesiales,
pedagógicos, para reorientar nuestro accionar.
5. Ser países que acogen al huérfano, al desposeído, al expulsado de sus
tierras por diferentes motivos; analizando y humanizando la escuela para evitar
la xenofobia, trabajar la sensibilidad del otro y la otra, desde una promoción
de la conciencia social y humana; sin olvidar que la lucha para transformar es
desde dentro y fuera para alcanzar la vida digna.
6. Revisar, redefinir nuestra línea de intervención como Equipos Docentes para
tener una voz propia, aportando a la educación y vida sociopolítica de nuestro
continente. Sistematizar y compartir nuestras propuestas pedagógicas, no dejemos
que los organismos internacionales sigan orientando la educación de nuestros
pueblos. Todo cambio es doloroso y los Equipos Docentes estamos dispuestos a
luchar y comprometernos en este cambio, somos y estamos viviendo tiempos
nuevos, necesitamos de nuestras fuerzas, unión latinoamericana y continental,
desde un trabajo intergeneracional y de género.
7. Proponer e impulsar una nueva línea de acción de los y las equipistas dentro
de la Iglesia, hacia un modelo liberador, comunitario, superando el clericalismo,
verticalismo, hacia una iglesia con equidad, inclusiva, popular; en donde la
mujer tenga iguales derechos.
"Que la Epifanía del Señor sea tiempo y momento del cambio"
Santiago de los
Caballeros, 06 de enero del 2019